El paisaje de las Pampas del Yacuma es un paraíso de aguas tranquilas y fauna exuberante. Tras instalarte en un ecolodge boutique navegas por los ríos que reflejan el cielo, observando caimanes, capibaras y aves exóticas.

La cena bajo las estrellas es un momento para detenerte, escuchar los sonidos de la noche y sentirte parte de este vasto ecosistema.

La mañana por las pampas, un encuentro cercano con la flora y fauna de la región. Este es un día para los amantes de la naturaleza, con oportunidades de observar especies únicas como el Mono Lucachi, un tesoro de la Amazonía boliviana.

El almuerzo campestre celebra los ingredientes locales, mientras nos trasladamos a las lagunas mancornadas para un espectáculo único de garzas al atardecer que te regala una experiencia inolvidable: el cielo pintado de tonos dorados en lagunas mágicas acompañado de un piqueo al aire libre.

Aquí también podemos intentar la pesca del tucunaré para nuestra cena para después regresar a nuestro albergue ecológico.

El tercer día nuestra visita será a una estancia ganadera sostenible para aprender sobre las tradiciones llaneras y las formas respetuosas en las que se cría el ganado vacuno de esta privilegiada zona por tener la posibilidad de tener una alimentación sana y orgánica.

Aquí participamos de la ordeña, el rodeo y otras actividades que nos conectaran con la vida diaria del llanero.

En esa misma estancia nos vamos a ver la tierra de los caimanes negros, un espectáculo que te permite observar una gran cantidad de caimanes desde su habitad Natural.

Para volver al Eco albergue a tomar la cena.

La aventura comienza temprano en Santa Rosa del Yacuma, desde donde partimos hacia Rurrenabaque, al llegar, tomamos una lancha para navegar por el Parque Nacional Madidi, uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta. En el trayecto, visitamos el imponente Cañón del Bala, una formación rocosa esculpida por el río Beni, testigo de la historia de los pueblos indígenas de la región.

Continuamos hasta la comunidad de San Miguel del Bala, donde los habitantes tacanas nos reciben con hospitalidad y nos guían por la selva, compartiendo sus conocimientos ancestrales sobre flora, fauna y tradiciones. Tras un almuerzo típico amazónico, exploramos senderos en busca de monos, aves y otras especies emblemáticas del Madidi. Al caer la tarde, regresamos a Rurrenabaque para concluir el viaje cerrando un día de conexión con la naturaleza y la cultura de la Amazonía boliviana.

Después de un reparador descanso en Rurrenabaque, recorremos sus calles para empaparnos de su magia, antes de emprender el viaje de retorno.